12 de agosto de 2010

El corazón es engañoso, sobre todas las cosas. Una náusea de la mano de Asia Argento



Una película dirigida por Asia Argento, actuada por ella misma, Peter Fonda, Winona Rider y Marilyn Manson, con música de Sonic Youth ya promete ser retorcida. Sin embargo, este film lo demuestra a cada minuto. “El corazón es engañoso, sobre todas las cosas” parte de ese versículo del Libro de Jeremías de la Biblia para contarnos la historia de un niño y de su madre; una historia retorcida.

Jeremías aprenderá- o no, eso lo determinaremos nosotros- que el corazón no es materia maleable, no es un dibujito coloreado de rojo que significa amor. El corazón se le representará como el orígen de lo más oscuro que depara la vida y a la vez de lo único que lo mantiene vivo. Desde el corazón expulsará- y no sólo él- la sangre pero también la bilis con la que se tiñe esta película.

A la historia ésta- densa, en falsa escuadra, por momentos cruda o psicodélica y absurda- la acompaña una música casi subliminal comandada por Sonic Youth y una utilización de los planos que evocan la alucinación, el sueño, la abulia, la embriaguez que viven los personajes.

Podemos decir- para que quien no la haya visto se haga una idea- que “El corazón....” evoca en pequeñas ráfagas por momentos las pesadillas de David Lynch o las típicas escenas abúlicas propias del género Giallo que su padre- Darío Argento- supo crear.

A todo eso se le suma una fila de personajes que están tan o más desencajados que Jeremías y Sara- su madre- encarnada por Asia Argento. Violadores, una psicóloga desequilibrada, unos delirantes productores de drogas, una familia religiosa hasta el fanatismo no desentonan; pero todos juntos hacen que la película quizá falle en eso: poner todo, pero todo en una sóla historia.

Jeremías pasará de etapa en etapa sin que ese corazón que se revela engañoso- que lo hace sufrir pero que es lo único que tiene y lo liga a la vida- demuestre tener otro perfil. Atado a ese destino de sufrimiento para sentirse existente. Como si los golpes que le propinan los ocasionales acompañantes de su madre prostituta fueran necesarios para saber que sigue vivo. Tanto que se acostumbrará, que no luchará para que las cosas sean distintas; porque sabe que ese corazón y su madre son lo único que tiene.

Todo el film es una naúsea larga. Cortada con el filo de secuencias simil video clip con música de Sonic Youth que son los perfectos sonorizadores para intervalos oníricos y psicodélicos que no por ser intermedios hacen descansar la tensión en nuestros estómagos.

Asia Argento completa una película correcta y nos inocula como abriéndonos con una gillette y cosiendo sin estética la herida, para dejar una cicatriz: la idea de que a la vez que- como muchas veces nos dijeron- del corazón sale lo noble y auténtico, de él también sale como una bala, un escupitajo o una explosión, lo peor del ser humano.  


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