25 de agosto de 2010

Vientos Limpios del Sur

Nos pasamos mucho tiempo hablando y escuchando sobre la industria del cine, sobre si el cine debe ser comercial o debe ser personal. Sobre presupuestos y subsidios. Hoy les quería dejar un documental que se escapa de todo lo anterior pero que es digno de ver por la historia que cuenta. En estos casos, dejamos el análisis sesudo y nos dedicamos a ver y sentir con las imágenes.

"Vientos Limpios" es la historia de una fundación- vientos Limpios del Sur- creada en la Villa 21 de Barracas, pero también es inseparable de la vida de Gustavo Benitez, su impulsor principal. No les explico más porque para eso están las imágenes.

Por último, no dejen de ver la película de reciente estreno La 21 Barracas. Es uno de los tantos exponentes del trabajo sobre video y cine que se hace en la Villa 21.


"Vientos Limpios"












Trailer de La 21 Barracas



23 de agosto de 2010

El derrotero del actual cine colombiano

Apropósito de la película colombiana “La sangre y la lluvia” y ante la falta de elementos para pensar un film por lo menos no muy feliz sin herirlo de muerte giré la dirección para dar una mirada al cine de Colombia.

Este año, varias producciones de aquel país han llegado a las salas argentinas tanto en festivales como en estrenos comerciales. La migración colombiana en la ciudad de Buenos Aires ha crecido de manera importante y muchos de esos migrantes recalan aquí para estudiar artes relacionadas con el cine. Eso hace que el cine de ese país comience a tener presencia. También en algunos casos detectamos la influencia argentina en el cine de Colombia.

Por otra parte, El cine colombiano, a partir de la creación de la Ley de Cine Nº 814 ha comenzado un incipiente crecimiento que aún no sabemos si terminará en el nacimiento de un nuevo cine o si es sólo un espasmo. 




El siguiente dato es digno de tener en cuenta para adentrarnos en el análisis: la historia del cine colombiano cuenta con sólo 326 películas desde su nacimiento en 1915 hasta el 2009. Eso hace un promedio de 3 películas anuales estrenadas. Por ejemplo, sólo durante los años de gobierno peronista en Argentina se estrenaron más de 400.

La historia del cine colombiano, luego de su período embrionario, fluctuó en 3 etapas, siempre ligada al Estado. En principio, el Estado otorgaba al cine préstamos en buenas condiciones; luego pasó a ser co-productor con la creación de FOCINE (compañía de fomento cinematográfico); y finalmente las producía completamente.

En su historia, FOCINE dio  apoyo a 31 películas. Sin embargo, la mayoría de ellas fueron producidas de manera directa por el organismo (período comprendido entre 1984 y 1990) dando cuenta de que el cine colombiano era, más que un arte o un negocio, un gasto del Estado o en el mejor de los casos un a política pública. Recordamos la emblemática “La estrategia del caracol” como ejemplo máximo de aquellos tiempos.

Así se llega, luego del desmantelamiento de FOCINE, a la nueva ley de cine dictada en 2003 que estableció una nueva forma de hacer cine en Colombia tomando de modelos las legislaciones de Argentina, Brasil y España. Así y luego de años de sequía, Colombia pudo estrenar películas en los últimos años a razón de 10 o 12 anualmente.


Pero ahora es otro el inconveniente. Así como Argentina -que vivió durante el menemismo en los 90 una época paupérrima para la producción de películas y luego a partir del 2000 pudo rehacerse a partir de una nueva forma de producción- Colombia pasó del problema de no producir al escollo de producir cine de calidad. Sin duda, mucho más difícil.

Ejemplos de esto nos da la recientemente estrenada en Buenos Aires "La sangre y la lluvia”-producida por RCN y con participación argentina- que por más que se esfuerza no llega a presentar una historia de manera decente, en un cúmulos que encierra lugares comunes, actuaciones sin cuidado y elementos que no conforman la unidad que tiene que ser una película. Por otro lado, otros dos ejemplos nos muestran que en algunos casos el cine colombiano si logra altas cotas de calidad como en la muy visual “Los viajes del viento” de Ciro Guerra y la muy buena “El vuelco del cangrejo”. Estas películas- hechas en coproducción entre productoras independientes y fundaciones- si logran mostrar una historia, con un trabajo de calidad en lo visual, en las actuaciones, en cada aspecto.



Esa parece ser la encrucijada actual del cine colombiano. Queda esperar por cual escenario se decidirá. Si un cine anquilosado y atascado o un cine novedoso que cuente historias ricas y que le otorgue una identidad.












13 de agosto de 2010

El debate fílmico vs. digital: la especificidad del cine



La aparición de las nuevas tecnologías siempre fue un tema de discusión entre quienes las reciben con brazos abiertos y quienes la ven como el nuevo anticristo. Sin ir más lejos, el cine fue uno de esos enviados del demonio también, destinado a corromper tanto a las sociedades como al arte.

Hace unos días, Marisa Urruti –vestuarista de películas como Garage Olimpo, Diarios de Motocicleta y la reciente Carancho- me pasó a través de Twitter una nota de John Bayley- director de fotografía de muchas películas de Hollywood- en la que ensaya sobre las diferencias entre el soporte fílmico y el digital.

A propósito de esa, se puede decir que es momento de pensar algunos puntos relacionados con ese debate:


-        Es mejor o peor el digital que el fílmico.
-        La posibilidad de que cualquiera haga su película es una apertura o un empobrecimiento del cine.
-        El ser del cine radica en un soporte específico o en otro aspecto.

En principio, el soporte no es mejor ni peor es si mismo sino con arreglo a determinados objetivos. Estos pueden ser: textura de la imagen buscada, intención de la puesta, guión de la historia, presupuesto, etc. Entonces, si queremos hacer Proyecto Blairwitch usaremos equipo adecuada a la imagen que buscamos; si queremos Avatar, lo mismo. O también, desde otro punto de vista, haremos Proyecto Blairwitch porque no tenemos más equipo que uno semi-pro.
Entonces, el soporte no es mejor ni peor sino que depende de la propuesta.

En cuanto a la posibilidad de que el advenimiento de lo digital (con la facilidad de apropiación que conlleva) redunde en una baja de la calidad del cine re revela al mínimo análisis como una falacia. La calidad del cine no se mide en relación con el equipamiento sino en relación con la idea que presenta y con la imagen que busca. Si fuera de otra forma, cualquier película de los 30 sería de peor calidad que una de los 80 y sin embargo no es así. Volvemos a lo anterior, la calidad y forma de la imagen dependerá también de la búsqueda que hagan director y técnicos.

Por otra parte, también se revela como falacia a medias la idea de que la tecnología digital democratiza el cine. De todos modos, para hacer cine a gran escala, los costos son altos y privativos para el común de la gente. Lo que si produce este cambio es que cualquiera puede hacer su película; esa si es la apertura. La entrada a las “grandes ligas” aún está vedada- eso sí, menos que antes- al común de la gente.

Por último, ¿que será el cine? ¿Un arte, una técnica, un negocio? ¿Una sucesión de  imágenes fijas  por una falla en el ser humano genera ilusión de movimiento?

El cine es todo eso junto. Y es algo unitario. Una idea que se estampa en imágenes que no se componen de partes sino que son un todo. Sin importar soporte, ni presupuesto, ni equipos se puede hacer buen cine. Porque buen cine fue el “Secreto de sus ojos” que se ganó el Oscar y fue hecha en digital y también hace buen cine Trapero con sus recursos; lo mismo que lo hizo Spielberg o George Lucas con todos los equipos disponibles.

El cine es una idea en imágenes, una intención, una pulsión. En fílmico o en digital podremos ver vibrar la fibra del director; siempre que sea un buen director. En digital habrá películas malas o buenas tanto como en fílmico.

Por su parte, el temor real sí puede aparecer en los grandes proveedores de equipo para fílmico. El negocio del cine no caerá por lo digital ni tampoco la calidad será peor; pero si podrá cambiar de manos si quienes hoy lo manejan no se aggiornan.

Como cuando el silente se transformo en sonoro y los actores aprendieron a hablar para cine o fueron expulsados de la pantalla grande; el digital nos pone ante esa disyuntiva. Las malas películas serán expulsadas análogamente. Si el digital- o el 3D- son sólo usados como fuegos de artificio también serán dejados en el olvido. Y el público también deberá aprender a elegir. Y los directores de fotografía deberán aprender a sacar el jugo y a mostrar lo que quieren tanto en digital como lo hacen en fílmico. 

Las disputas entre un soporte y otro son válidas en relación con estilos, preferencias o búsquedas. En lo que a cine respecta, bien vale un equipo, soporte u otro: lo importante es la coherencia interna que tiene la imagen. Lo importante es la idea plasmada.

12 de agosto de 2010

El corazón es engañoso, sobre todas las cosas. Una náusea de la mano de Asia Argento



Una película dirigida por Asia Argento, actuada por ella misma, Peter Fonda, Winona Rider y Marilyn Manson, con música de Sonic Youth ya promete ser retorcida. Sin embargo, este film lo demuestra a cada minuto. “El corazón es engañoso, sobre todas las cosas” parte de ese versículo del Libro de Jeremías de la Biblia para contarnos la historia de un niño y de su madre; una historia retorcida.

Jeremías aprenderá- o no, eso lo determinaremos nosotros- que el corazón no es materia maleable, no es un dibujito coloreado de rojo que significa amor. El corazón se le representará como el orígen de lo más oscuro que depara la vida y a la vez de lo único que lo mantiene vivo. Desde el corazón expulsará- y no sólo él- la sangre pero también la bilis con la que se tiñe esta película.

A la historia ésta- densa, en falsa escuadra, por momentos cruda o psicodélica y absurda- la acompaña una música casi subliminal comandada por Sonic Youth y una utilización de los planos que evocan la alucinación, el sueño, la abulia, la embriaguez que viven los personajes.

Podemos decir- para que quien no la haya visto se haga una idea- que “El corazón....” evoca en pequeñas ráfagas por momentos las pesadillas de David Lynch o las típicas escenas abúlicas propias del género Giallo que su padre- Darío Argento- supo crear.

A todo eso se le suma una fila de personajes que están tan o más desencajados que Jeremías y Sara- su madre- encarnada por Asia Argento. Violadores, una psicóloga desequilibrada, unos delirantes productores de drogas, una familia religiosa hasta el fanatismo no desentonan; pero todos juntos hacen que la película quizá falle en eso: poner todo, pero todo en una sóla historia.

Jeremías pasará de etapa en etapa sin que ese corazón que se revela engañoso- que lo hace sufrir pero que es lo único que tiene y lo liga a la vida- demuestre tener otro perfil. Atado a ese destino de sufrimiento para sentirse existente. Como si los golpes que le propinan los ocasionales acompañantes de su madre prostituta fueran necesarios para saber que sigue vivo. Tanto que se acostumbrará, que no luchará para que las cosas sean distintas; porque sabe que ese corazón y su madre son lo único que tiene.

Todo el film es una naúsea larga. Cortada con el filo de secuencias simil video clip con música de Sonic Youth que son los perfectos sonorizadores para intervalos oníricos y psicodélicos que no por ser intermedios hacen descansar la tensión en nuestros estómagos.

Asia Argento completa una película correcta y nos inocula como abriéndonos con una gillette y cosiendo sin estética la herida, para dejar una cicatriz: la idea de que a la vez que- como muchas veces nos dijeron- del corazón sale lo noble y auténtico, de él también sale como una bala, un escupitajo o una explosión, lo peor del ser humano.  


11 de agosto de 2010

El Origen/Inception



Christopher Nolan nos había sorprendido gratamente con Memento. Una película de guión, épocas en que aparecerían Amores Perros, también 21 gramos o Los Otros. Películas en las que todo cerraba tan ajustado como una máquina de relojería. Pero pasaron muchos años (algo así como diez) y la maquinaria de guión lo encerró y en Inception no pudo salir. Como cuando se ajusta una tuerca demasiado y esta cede y se rompe, la película de Nolan se rompe al querer explicarnos y re-explicarnos cada paso que da en el guión- como si los espectadores no fueran lo demasiado inteligentes para captar sus genialidades.

Los lugares comunes como el trompo y las frases sentenciosas que luego desencadenarán el final, las eternas escenas de diálogo con profusión de primeros planos, una utilización dispareja de la música, todo atenta contra lo que podía ser una buena historia.

Se ha leído y escuchado muchas referencias a Citizen Kane, Borges, las teorías del lenguaje como virus de Borroughs pero ni éste último ni el argentino ni Welles alguna vez subestimaron a su público como sí lo hacen Nolan. Quedan inmensas esas referencias. Como si fuera suficiente poner un plano de dos espejos enfrentados para parecerce a Welles, o con sólo decir la palabra laberinto algunas veces se acerque a Borges o con sólo nombrar al principio el concepto de idea como virus asimilara a Borroughs.

Nolan nos presenta a un Di Caprio en piloto automático, a Ellen Page desaprovechada en un papel que mas bien está puesto para identificarlo con el espectador (todo el tiempo Ellen Page se entera de cosas con la boca abierta como si fuera un espectador más) Michael Caine aparece casi en un cameo y Watanabe podría haber sido más exprimido.

Por otra parte, Nolan siempre jugó, a través del guión y del montaje, a llevarnos a la psiquis del personaje (el ejemplo mayor es Memento) aquí también lo hace pero es tan previsible que terminó siendo algo aburrido.

Los efectos digitales también funcionaron como mero fuego de artificio para una película que más bien es una buena novela solo que-pequeño detalle- el cine es para ver y escuchar, no para leer.

10 de agosto de 2010

Especial de cine Erótico

Muchas veces se habló de la cuestión relacionada con el cine erótico y el porno. Más específicamente, sobre hasta dónde puede llegar el erotismo antes de convertirse en pornografía. Este especial trae tres películas que caminan por esas cornisas. Quedará en ustedes ver de que lado caen.
Intimidad
Dirección: Patrice Chéreau.
País:
 Francia.Año: 2000.Duración: 119 min.Interpretación: Joe Prospero (Luke), Marianne Faithfull, Kerry Fox, Mark Rylance, Timothy Spall.Guión: Patrice Chéreau, Hanif Kureishi y Anne-Louise Trividic.Producción: Patrick Cassavetti, Charles Gassot y Jacques Hinstin.Música: Éric Neveux.Fotografía: Eric Gautier.Montaje: François Gédigier.Diseño de producción: Hayden Griffin.Dirección artística: Jacqueline Abrahams.Vestuario: Caroline de Vivaise.















Short Bus


Dirección y guión: John Cameron Mitchell.
País:
 USA.Año: 2006.Duración: 102 min.Género: Drama.
Interpretación: Sook-Yin Lee (Sofia), Paul Dawson (James), Lindsay Beamish (Severin), PJ DeBoy (Jamie), Raphael Barker (Rob), Jay Brannan (Ceth), Peter Stickles (Caleb), Alan Mandell, Adam Hardman, Ray Rivas, Bitch, Shanti Carson, Justin Hagan, Jan Hilmer.Producción: Howard Gertler, Tim Perell y John Cameron Mitchell.Música: Yo La Tengo y Scott Matthew.
Fotografía:
 Frank G. DeMarco.Montaje: Brian A. Hates.Diseño de producción: Jody Asnes.Vestuario: Bart Mueller y Hurt Swanson.


























El sabor de la Sandía














Dirección y guión: Tsai Ming-liang.
Países: Taiwán y Francia.Año: 2005.Duración: 114 min.Género: Comedia, erótica, musical.
Interpretación: Chen Shiang-chyi (Shiang-chyi), Lee Kang-sheng (Hsiao-kang), Lu Yi-ching, Yang Kuei-mei, Sumomo Yozakura, Hsiao Huan-wen, Lin Hiu-xun, Jao Kuo-xuan, Hung Shu-mei, David Yang, Wu Huan-wen.Producción: Vincent Wang y Bruno Pesery.Fotografía: Liao Pen-jung.Montaje: Chen Sheng-chang.Dirección artística: Yip Kam-tim.Vestuario: Sun Hui-mey.