En Estados Unidos aún no se ha estrenado I Love Phillipp Morris porque al parecer su temática gay es demasiado para aquel país (se postergó el estreno y se anuncia para diciembre de 2010)
Películas sobre temas de homosexualidad hay muchas, sin embargo cuando hablamos de comedias bien hechas no tenemos tantas para contar. Ésta es una de ellas. Mucho se debe a las buenas actuaciones de Jim Carrey y Ewan McGregor. Pero también a una narrativa fresca, sin taras respecto a lo correcto o no correcto cuando de homosexualidad se habla. Una película que no trata el tema como un fenómeno sino como un dato más de la realidad. Tanto es así que en definitiva no es una película sobre el mundo gay: es una comedia sobre un personaje fabulador que, como en toda obra cómica, cae en la cuenta de que no es infalible y que mientras consigue lo que busca pierde lo que no sabe que tiene.
Reconozco que nunca me gustó Jim Carrey. Muy por el contrario, sus morisquetas me causan algo así como náuseas. Sin embargo, cada tanto se mete a trabajar en una película que hace que pensemos que tiene algo para mostrar. Por su parte, Mc. Gregor le saca brillo a un personaje que nos sorprende si lo comparamos con sus otras actuaciones. I Love you Phillips Morris nos muestra la historia de un farsante que hace todo lo posible para vivir como un rey sin serlo o más bien siendo el rey de la estafa. No reparará en desfalcos económicos ni en desengaños amorosos para lograrlo.
Esta película rescata la vida de Steven Jay Russell- quién cumple una enorme condena por fugarse en reiteradas oportunidades de cárceles en EE.UU. Y lo hace en forma de comedia negra con varios momentos muy logrados que sería quitarle el gusto al film contarlos aquí. Sí vale la pena rescatar que nada de los tics típicos del mundo gay están es esta película; y, si están, ya no son presentados de forma típica.
En ese conjunto no podemos dejar de decir que el montaje hace que la película sea entretenida y por momentos nos lleve hacia la sonrisa. Y ya no por las morisquetas de Jim Carrey sino por el mejor efecto que tiene la comedia: vernos o ver a quienes conocemos reflejados de alguna manera en la pantalla.
Gran paradoja que esta película -presentada en Sundance y Cannes- sea considerada demasiado gay para estrenarse en Estados Unidos cuando aquí pensamos que no es una película sobre gays: será que es más fácil controlar, atrapar y hasta entender a los otros estigmatizándolos como lo distinto o anormal y no aceptándolos como un elemento más de la vida.
Para guardar ente La Jaula de las Locas (versión francesa) y El Don Juan de Moliere.
Siempre me llamó la atención verla porque leí cosas positivas de ella, lo cual considerando lo poco que suele gustar Carrey, me dió curiosidad verla. A ver si me hago mañana el hueco ya que la estrenan.
ResponderEliminarSi podés dale una chance. Es divertida, bien contada, bien actuada. Una oportunidad de ver a Carrey no tan torpe. Gracias por leer!
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